¡no fumes!

lunes, junio 12, 2006

amor eterno

El sacerdote dijo:
en las buenas y en las malas,
selló la ceremonia
invitando a un beso que fué
casi tan largo como el noviazgo.
El novio se paró de su asiento,
agarró las arras,
bajó las escaleras del púlpito,
caminó por todo el pasillo
hacia la puerta trasera de la iglesia
y nadie lo ha vuelto a ver jamás.

2 Comments:

Blogger Unknown said...

JA AJ AJ AJA JA JA JA , ay esas arras

13 junio, 2006 13:46

 
Anonymous Anónimo said...

...and they both lived happily ever after. TRULY happily ever after.

16 junio, 2006 08:37

 

Publicar un comentario

<< Home