¡no fumes!

lunes, julio 03, 2006

Monte Sinaí

La mano, muerta antes que él, tenía un olor particular, un olor que anunciaba que algo no estaba bien, que la sangre no era sana, que su alma y su cuerpo no se encontraban en ningún lugar, que él era impecable sólo por dentro. Su mano olía a dolor, a novedad, a galletas recién horneadas, a sepulcro precoz, a lágrimas, a remedio casero, a hígado fresco, a leche con bija, a harina del negrito, a susurros, a juguete de plástico, a hueso roto. Ese olor profundo, que solo siete personas sabrían distinguir, vivió con nosotros hasta que llegó la hora. Hoy en la mañana el olor volvió, pero no hay de qué preocuparse, pasará lo de siempre, me acompañará por algunos días, y de nuevo desaparecerá.

5 Comments:

Blogger pekerm4nn said...

vago...muy vago...sin embargo, algo se rescata...siempre hay un nuevo día.

03 julio, 2006 17:27

 
Blogger Montirul said...

ahiii..

03 julio, 2006 19:51

 
Blogger kala said...

y será asi...para siempre.

05 julio, 2006 14:25

 
Blogger pekerm4nn said...

"lo mejor de nuestra piel, es que no nos deja huír..."

06 julio, 2006 10:58

 
Blogger Eigna said...

Pekermann

Vaya a su gmail que le quiero decir algo privado.

Beso tipo Barbie para usted, ooootra vez.

06 julio, 2006 13:48

 

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