Yolanda duerme, todo el día duerme, todo el día sueña, y habla, ¿con qué sueña Yolanda? sueña con los brillantes ojos de Ninín 1976, que se cruzan con los de Amelia 1999 que se ha subido a la mesa a bailar, la regaña “Amelia, tú eres candela”...“¡y quemo!”. Sueña con su Padre 1974, que ha bajado a fumarse otro puro al murito del Supermercado Nacional. Sueña con la enorme casa de la 27 con Lincoln 1980, con los dos helechos que su madre cuida con pura pasión, con sus cuatro hijos, todos sanos, todos jugando en el jardín de aquella casa, sueña con la habitación del niño 1979 que nunca llegó a decorar. Sueña con vivir sola con su marido 1969, ser recién casados otra vez, y levantarse los domingos a limpiar personalmente los discos de pasta, “pon ahora el de Nino Bravo, ‘libre’ ese es apropiado”. Sueña con Asturias 2001, aquel campo, el único campo que ha conocido, sueña con ser bienvenida, con caminar por el prado sin frío y con frío, con María teresa que tiene una casa enorme 2006, con Lourdita que es feliz durmiendo gallinas 1981, sueña con el español acercándose a su mostrador de la Americana de La Mella 1968 con la excusa de buscar jabón para lavarse las manos, sueña con el día que el aprovechó que ella había salido para pedir su mano 1969, para siempre 2005. Salta en el tiempo el sueño de Yolanda, pero todos los días durante todo el día, vive en sus sueños, los demás se quejan de que solo duerme, pero en realidad, todos quieren pasar el día ahí dentro con ella, paseando por su vida con los ojos cerrados. Sé lo que sueña, porque yo también lo sueño, Yolanda bailando mangulina con tía Carmen un jueves de ultreya 1976, la sueño compartiendo con su grupo de amigos un domingo en la noche 1978, la sueño con sus grandes y profundos ojos negros que hacen juego con su cabellera ensortijada y libre 1983, sueño a Yolanda cantando como una sirena mientras lava los platos 2004, la sueño el día que nos encontró atiborradas de mejoral, y no durmió, esperando el resultado de los placebos para niños “apuesto a que la rubia tuvo la idea” 1977. Sueño feliz a Yolanda y ella misma viene a mi cama, ahora escondida tras un rubio irreal y una voz iracunda, y mientras yo me pregunto ¿quién es esta mujer?, ella me propina un decisivo “¡Solangel despierta!”.