¡no fumes!

lunes, septiembre 26, 2005

el blanco de los ojos


el blanco de los ojos
Originally uploaded by biancamorrison.
Llegaron amontonadas en una enorme sombra, salieron de la matriz de esa ciudad tan olvidada y oscura. Una sombra que arropaba trece montañas enormes e inescalables y recogía a las camaradas en el camino. Un camino cinco de la tarde, un camino rodeado de un bosque muerto, con árboles de ramas retorcidas y negras, y un piso del que no se podía recoger nada.
El niño había salido como todas las tardes a columpiarse al jardín, con mucho cuidado, como le advertía siempre la voz. Hoy, sin embargo, decidió sentarse de espaldas al portal, porque la casa tenía un nuevo adorno que a él le gustaba mucho. Como un hacha gigante le atacaron por la espalda. Una a una se fueron adhiriendo a su piel para chupar su enferma sangre. Logró incorporarse, pero no por mucho tiempo. Satisfechas, se marcharon. El prefirió quedarse tendido en el suelo, porque la tarde estaba muy fresca.

"Ari", "negro" y "el blanco de los ojos" es un tríptico terminado de escribir e ilustrar en el verano del 2001, gracias a Hagrid.

viernes, septiembre 23, 2005

negro


negro
Originally uploaded by biancamorrison.
En aquella noche clara y sin nubes hacía un calor tremendo, por eso me asomé a la ventana, y entonces lo ví. Era un punto de color rosa en el cielo, justo al lado de la luna, cada vez se hacía más grande, me dí cuenta de que se estaba acercando, hasta que cubrió todo el cielo. Momentos más tarde un anillo doble de color amarillo barrió la ciudad como lo hubiese hecho una ola, y detrás de él una nube densa empezó a deslizarse por las calles del puerto. A la nube siguió un ejército enorme de soldados vestidos de azul. Cuando se marcharon empezó una angustiosa calma. De repente, todo se saturó de color amarillo, y del cielo empezaron a caer cuervos muertos, uno de ellos cayó en mi regazo, yo lo miraba enmudecida.

Verano 1997

miércoles, septiembre 21, 2005

ari


ari
Originally uploaded by biancamorrison.
Y allí estaba el monstruo, de vez en cuando salía a asustarme, y mi corazón se volcaba tanto como para despertarme del sueño, pero no tanto. Vivía allá arriba, para llegar a su sitio había que entrar colgado de unas largas cuerdas, y debías cubrirte sólo usando una pieza de la cintura al pubis. Cuerdas porque así podías elevarte y evitar que te cogiera de los piés, cubrirte con sólo una pieza porque ya una vez agarrotó a alguien con su propia ropa. Pero entré, porque yo estaba en su sangre, y debía tenerlo siempre cerca, y alimentarlo. Se puso furioso, como siempre, y trató otra vez de abrazarme, pero me escapé, porque era muy ligera, tenía el cuerpo de una nínfula, incluso mi pelo aún brillaba.
Cuando me alejé de ahí me subí a un árbol, y desde allí veía su sitio, todo lo que le rodeaba era tierra roja, colocada en montoncitos indistintamente. Me miré las manos, estaban sucias de esa tierra que yo despreciaba.

Verano 1997

viernes, septiembre 09, 2005

Mami Landa

Yolanda duerme, todo el día duerme, todo el día sueña, y habla, ¿con qué sueña Yolanda? sueña con los brillantes ojos de Ninín 1976, que se cruzan con los de Amelia 1999 que se ha subido a la mesa a bailar, la regaña “Amelia, tú eres candela”...“¡y quemo!”. Sueña con su Padre 1974, que ha bajado a fumarse otro puro al murito del Supermercado Nacional. Sueña con la enorme casa de la 27 con Lincoln 1980, con los dos helechos que su madre cuida con pura pasión, con sus cuatro hijos, todos sanos, todos jugando en el jardín de aquella casa, sueña con la habitación del niño 1979 que nunca llegó a decorar. Sueña con vivir sola con su marido 1969, ser recién casados otra vez, y levantarse los domingos a limpiar personalmente los discos de pasta, “pon ahora el de Nino Bravo, ‘libre’ ese es apropiado”. Sueña con Asturias 2001, aquel campo, el único campo que ha conocido, sueña con ser bienvenida, con caminar por el prado sin frío y con frío, con María teresa que tiene una casa enorme 2006, con Lourdita que es feliz durmiendo gallinas 1981, sueña con el español acercándose a su mostrador de la Americana de La Mella 1968 con la excusa de buscar jabón para lavarse las manos, sueña con el día que el aprovechó que ella había salido para pedir su mano 1969, para siempre 2005. Salta en el tiempo el sueño de Yolanda, pero todos los días durante todo el día, vive en sus sueños, los demás se quejan de que solo duerme, pero en realidad, todos quieren pasar el día ahí dentro con ella, paseando por su vida con los ojos cerrados. Sé lo que sueña, porque yo también lo sueño, Yolanda bailando mangulina con tía Carmen un jueves de ultreya 1976, la sueño compartiendo con su grupo de amigos un domingo en la noche 1978, la sueño con sus grandes y profundos ojos negros que hacen juego con su cabellera ensortijada y libre 1983, sueño a Yolanda cantando como una sirena mientras lava los platos 2004, la sueño el día que nos encontró atiborradas de mejoral, y no durmió, esperando el resultado de los placebos para niños “apuesto a que la rubia tuvo la idea” 1977. Sueño feliz a Yolanda y ella misma viene a mi cama, ahora escondida tras un rubio irreal y una voz iracunda, y mientras yo me pregunto ¿quién es esta mujer?, ella me propina un decisivo “¡Solangel despierta!”.

jueves, septiembre 08, 2005

Calor

It's hot every night. Laying flat on our bed I see the ceiling fan, behind it, those nasty humidity stains someday I'll fix. I turn around thinking the heat has stopped even for a second, and there it is, your bike. I'm keeping it in the apartment until I can take it to your mother's house, little by little I detach from everything that's yours. The other things, I'm throwing out the window, see them fall one by one. They don't bleed, you know?. With them, I get rid of my anger. The distance and your silence is dimming the remaining flame left on my soul. I hope you're happy, me... It's hot every night.

(Escrito en una tibia noche de agosto 2002)

lunes, septiembre 05, 2005

CACO:

Gracias por la compañia, gracias por la brisa del Parque Colón, gracias por la playa, gracias por Cacaca, gracias por acompañarme a tratar de encontrar algún recuerdo en esa vieja casa, gracias por el agua de coco, y el coco tierno, gracias por dejarme escoger una película inusual. Gracias muy especiales a la puerta que casi me parte la cabeza en dos. Gracias por un domingo de Septiembre perfecto.